Inteligencia Cognitiva AI El camino hacia una IA que piensa como un ser humano

Inteligencia Cognitiva AI IA que piensa como un ser humano

Uno de los mitos más persistentes que rodea a la llegada de la Inteligencia Artificial radica en la fantasía de que las nuevas tecnologías avanzadas poseen el “superpoder” de poder abordar todos los temas. Para algunos, la IA es providencial, mientras que para otros, no es más que una amenaza para la humanidad.

En realidad, las tecnologías de inteligencia artificial no pueden resolver problemas para los cuales no fueron diseñadas.

IA Estrecha vs. IA General

En la actualidad, solo tenemos acceso real a la “Inteligencia Artificial Estrecha (IAE)”, lo que significa que solo se enfoca en un solo problema.

El hecho es que los sistemas de IAE son capaces de realizar tareas mucho más rápido que cualquier ser humano, lo cual es una gran ayuda en términos de nuestra productividad general, eficiencia e incluso calidad de vida. Sistemas de IAE como Watson de IBM, por ejemplo, son capaces de aprovechar el poder de la IA en medicina para ayudar a tomar decisiones basadas en datos, lo que hace que la atención sea más rápida, precisa y segura.

Expertos de todo el mundo se esfuerzan por desarrollar la Inteligencia Artificial General (IAG). Esta forma última de IA tiene como objetivo construir sistemas inteligentes capaces de manejar cualquier tarea o problema en cualquier campo. Hasta la fecha, no existen sistemas de IA realmente generales.

La IAG sigue en el ámbito de la investigación (¡y la ciencia ficción!). De hecho, el rendimiento teórico de estos sistemas sería idéntico al de un ser humano. Por lo tanto, debido a su capacidad para acceder y procesar enormes conjuntos de datos a velocidades increíbles, estarían en condiciones de superar las capacidades generales de los humanos.

Hoy en día, la IA realiza tareas como la percepción visual, el reconocimiento de voz, la optimización de procesos de toma de decisiones, la generación de texto y la traducción entre idiomas de manera bastante eficiente.

“La inteligencia puede definirse como la capacidad de un organismo para representar información simbólicamente, utilizando un proceso de categorización, con el fin de comprender el contexto en el que actúa, poder razonar, tomar decisiones o resolver problemas” — Mark Pohlmann — CEO AETOS

IA Cognitiva

Para ir un paso más allá, la investigación en el campo de la IA cognitiva integra diferentes módulos para percibir el mundo, que es la base para adquirir conocimiento y, por lo tanto, para aprender. Este trabajo se centra en el uso de modelos para simular el proceso de pensamiento humano en situaciones complejas y cambiantes donde las respuestas pueden ser ambiguas e inciertas.

Pero es importante tener en cuenta que, hoy en día, la calidad de un programa de IA depende de los datos en los que se desarrolla y se entrena. Los humanos aún tienen que definir los casos y escenarios en los que funcionará el programa de IA, por más complejos que sean. Un programa de IA funcionará dentro de estos casos y escenarios, pero no los definirá nuevos.

A menos que… pueda adaptarse.

IA Adaptativa

Según Gartner, “Los sistemas de IA adaptativa respaldan un marco de toma de decisiones centrado en tomar decisiones más rápidas mientras se mantienen flexibles para ajustarse a medida que surgen problemas. Estos sistemas tienen como objetivo aprender continuamente en función de nuevos datos en tiempo de ejecución para adaptarse más rápidamente a los cambios en las circunstancias del mundo real”.

El objetivo de la IA adaptativa, por lo tanto, es brindar estas capacidades a una máquina, permitiéndole adaptarse al entorno en el que opera para mantenerse flexible y capaz de razonar, tomar decisiones o resolver problemas.

Mark Pohlmann explica que, para hacer posible la adaptabilidad, “es esencial proporcionar a la máquina una estructura de datos análoga a la memoria humana a largo plazo. La información debe ser representada de manera simbólica y categorizada, y los objetos manipulados deben estar vinculados entre sí de tal manera que permita la herencia de propiedades descriptivas, funcionales, dinámicas y simbólicas”.